Receta LowCarb de Huevos Benedict
Introducción a la Receta LowCarb de Huevos Benedict
En la mañana de un domingo de primavera, allá por 1991, y siendo yo estudiante de C.O.U. en Estados Unidos, me llevaron al servicio religioso matinal de la iglesia de Holliston, en Massachusetts y, a la salida, fuimos a tomar un típico desayuno norteamericano. George, que siempre me enseñaba las mejores cosas que ese país tenía que enseñarme, me dijo que me ovidase de las tortitas, de los huevos revueltos y del bacon y que, por el contrario, me pidiese unos «Eggs Benedict». Francamente, a mi me encantaba la montaña de tortitas con mantequilla y jarabe de arce, pero como George jamás me había defraudado antes, opté por seguir su consejo y me pedí unos huevos Benedict. Pocas cosas he tomado en Estados Unidos que me hayan producido más placer. Se trata, sin lugar a dudas, del mejor desayuno que uno puede tomar. Sin embargo, este desayuno tiene un ingrediente que ya no tiene cabida en mi dieta: el pan, en concreto, el muffin inglés de pan blanco.
Durante años he tratado de buscar un sustituto al muffin que no aportase carbohidratos o que, a unas malas, lo hiciera en muy pequeñas cantidades, pero para ser sincero, ninguno de los experimentos resultaban satisfactorios. El muffin inglés (English Muffin, como en la foto de la derecha) es tierno a la vez que consistente y esa textura es difícil de encontrar si nos alejamos de los carbohidratos. Sin embargo, hace años que vengo tomando mis huevos Benedict usando un magnífico sustituto al muffin inglés, que es el Protobun de CiaoCarb, un bollito tierno y consistente a base de proteínas de alta calidad y fibra, prácticamente sin carbohidratos, y con él voy a demostrar hoy como hacer esta estupenda receta lowcarb de Huevos Benedict.
Elaboración de la receta LowCarb de Huevos Benedict
Aunque existen múltiples versiones de los huevos Benedict que utilizan distintos manjares, desde bacon canadiense a salmón ahumado, yo preparo una versión propia con una base de jamón cocido y queso emmental. Sobra decir que conseguir bacon canadiense en España es relativamente complicado -y caro- y el salmón me gusta mucho más crudo que ahumado, así que aunque probé con otras cosas, al final me quede con esta versión que hoy os traigo. Antes de empezar, deciros que esta receta tiene 4 pilares: El pan que va debajo, en este caso Protobun de CiaoCarb (también puede usarse Protobread de CiaoCarb si lo tenéis a mano), el jamón y el queso emmental, el huevo escalfado y la salsa holandesa que lo cubre todo. Las cantidades son para 2 personas.
Receta LowCarb de Huevos Benedict
Huevos Benedict sobre Protobun CiaoCarb Fase 1
Ingredientes de la receta LowCarb de Huevos Benedict:
- Para la Salsa Holandesa:
- 125g de mantequilla
- 2 yemas de huevo
- Medio limón
- Pimienta
- Para el resto de la receta:
- 4 huevos
- 2 Protobun Fase 1 o 2 de CiaoCarb
- 4 lonchas de jamón cocido
- 4 lonchas de queso emmental
Preparación de la receta LowCarb de Huevos Benedict
La salsa holandesa es una emulsión en caliente con cierto grado de dificultad a la hora de prepararla. Aunque existen muchas maneras, yo tengo una más sencilla de lo habitual que no requiere ni baño maría ni nada por el estilo, pero a cambio es necesario que los huevos estén atemperados y no recién sacados de la nevera. Sólo prepararemos la salsa cuando el resto de cosas estén casi listas, pero debemos empezar por poner los 125g de mantequilla en un cazo para que se derrita y se caliente sin llegar a hervir.
Por otro lado cortamos los protobuns por la mitad y los tostamos ligeramente, bien en un tostador o en una plancha, pero sólo para darles un toque de calor y de tostado, no hace falta que se queden chamuscados ni crujientes porque queremos que absorban la salsa holandesa que pondremos sobre ellos después.
En un plato apto para microondas, ponemos dos lonchas de jamón cocido, sobre ellas dos lonchas de queso emmental y de nuevo sobre ellas otras dos lonchas de jamón cocido, de manera que acabaremos teniendo un «sandwich de queso» emparedado con jamón cocido a ambos lados.
Ahora tenemos que pochar los huevos y sobre esto se puede escribir una enciclopedia con diferentes trucos. De todos los que he probado, el mejor por ahora, por sencillez y comodidad, es usando este cacharro que compré en Amazon hace unas semanas por menos de 12€ y que funciona a la perfección. Su uso es muy sencillo: se pone agua hasta la mitad más o menos y se mete en el microondas durante 1 minuto a potencia máxima. Después se casca un huevo directamente en el agua previamente calentada y se pone en el microondas otros 45 segundos y, ¡listo! ya tenemos un par de huevos perfectamente pochados. La segunda opción sencilla es cascar el huevo sobre papel film transparente y hacer un paquetito con el huevo, que después habrá que cocer un minuto y medio más o menos para pocharlo. Sea cual sea el método a utilizar, recomiendo comenzar con huevos que estén atemperados un rato fuera de la nevera.
Mientras el huevo se pocha batimos las 2 yemas de huevo en un bowl con un batidor de barillas para que tomen cuerpo. Le añadimos la pimienta y el jugo de medio limón y lo dejamos listo para recibir la mantequilla. Como el huevo habrá terminado de pocharse ya, lo sacamos del microondas o de la olla y lo dejamos reposar un minuto mientras calentamos en el propio microondas el emparedado de jamón y queso durante 45 segundos, lo que derretirá el queso emmental y calentará el jamón cocido.
De vuelta a nuestra salsa holandesa, volvemos a batir las yemas y vamos incorporando poco a poco la mantequilla templada/caliente (pero nunca tan caliente como para cocinar las yemas) hasta lograr la emulsión. En función del tamaño de las yemas hará falta usar toda la mantequilla o parar antes de incorporarla toda. A mí la salsa me gusta que sea una salsa, o sea, que esté liquida, pero algunas personas prefieren una especie de mayonesa. Cuanta más mantequilla uséis, más espesa se volverá la salsa.
Con la salsa montada, ya sólo queda emplatar a toda prisa para que no se pierda el calor de los ingredientes. Para emplatar, ponemos las mitades de Protobun en un plato y aplicamos una cucharada de salsa holandesa encima, para que el bollo la absorba. Sobre la salsa, ponemos un trozo del emparedado de jamón y queso emmental y sobre este ponemos un huevo pochado. Finalmente, acabamos sirviendo la salsa por encima del huevo hasta bañar por completo todo el conjunto, incluso hasta cayendo en el plato.
Lógicamente, se come con cuchillo y tenedor y si habéis hecho un buen trabajo pochando los huevos, al cortarlos la yema calentita y espesa añadirá aún más sabor a la salsa holandesa. Creo que el único problema es que después de desayunar con esta receta, ¡apetece repetir cada mañana! ¡Buen provecho!